A finales del año pasado, tras largas negociaciones entre los distintos países que forman la Unión Europea, por fin se anunciaron los planes que tienen nuestros legisladores para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de cara a los próximos años. En concreto nos hemos comprometido para reducir en, al menos, un 55% las emisiones de estos gases para el año 2050.